Soy de Moscú. He completado estudios superiores y tengo doctorado en Ciencias de Cultura. Tengo también 5 años de experiencia profesional. En el año 2009 debido a la crisis perdí trabajo, pero nunca en mi vida había pensado que pasaría varios meses como desempleada.
Muy a menudo en las calles de Varsovia se pueden apreciar anuncios de escuelas superiores que sugieren que con una mejor formación se tendrá un mejor trabajo. Es pura mentira, ya que el empleo no lo obtiene el que tenga una mejor formación profesional sino el que tiene conocidos. Desafortunadamente, no conozco a nadie que haya obtenido empleo por ser mejor en algo. Por lo general, lo que asegura el empleo es conocer a gente apropiada.
Mi camino profesional empezó en el quinto curso de estudios en Moscú. Estudié museología y empecé a trabajar en un museo. Luego, comencé estudios de doctorado. Escribía un trabajo doctoral sobre arquitectura y decidí cambiar de trabajo. Fui a una entrevista en el científico Museo de Arquitectura en Moscú y en seguida fui aceptada porque era investigadora especializada en arquitectura.
En el año 2004 viajé a Polonia para una beca científica y fui aceptada para estudios de doctorado en Varsovia. Al cabo de algún tiempo, defendí mi título en Moscú y durante unas vacaciones de 4 meses en Rusia decidí buscar cualquier trabajo relacionado con el idioma polaco. En 3 semanas encontré empleo (por Internet); empecé a trabajar en una empresa de transportes. Fue para mí un verdadero desafío, puesto que no tenía experiencia en este sector. No sabía nada sobre los transportes, pero tenía mucha determinación y buena formación, que dice mucho sobre el nivel intelectual de la persona. Además, hablaba bien el polaco. Durante los 3 meses que trabajé allí, demostré ser una muy buena empleada y cuando llegó el momento de volver a Polonia para continuar mis estudios, mi jefe pidió al presidente de una empresa de transportes de Varsovia que conocía que me invitara para una entrevista de trabajo. De esta manera, gracias a una vacante encontrada a través de un portal de Internet ruso, fui empleada por una empresa polaca.
En mayo de 2009 perdí trabajo porque la empresa no resistió la crisis. Por un lado, me sentí triste porque perdí empleo, pero por otro lado, ya hacía tiempo que pensaba en volver a mi profesión, o sea, a trabajar en un museo y realizar investigaciones científicas. En el sector de transportes gané nuevas experiencias, aprendí muchas cosas y demostré que podía cambiar mi profesión por completo y hacerlo con éxito.
Empecé a buscar trabajo. ¿Cómo? Por medio de periódicos e Internet. ¿Cuál? Sobre todo uno relacionado con mis estudios, pero también en los sectores de transportes y turismo. Estaba contenta de que hace algún tiempo había cambiado de profesión porque esto ampliaba mis posibilidades a la hora de buscar empleo.
Mandaba varios currículos al día. Ninguno de los museos varsovianos ofrecía empleos, pero decidí presentarme allí porque tenía formación museológica, experiencia y un título científico. Con lo que más contaba era con obtener trabajo en el Museo Histórico de la ciudad de Varsovia porque el tema de mi doctorado y mis intereses científicos estaban relacionados con la temática varsoviana. Me basaba en mis experiencias de la búsqueda de empleo en Moscú.
Recibí dos respuestas: del Museo Histórico de la Ciudad de Varsovia de que no necesitaban a nadie y de otro museo en el que después de haber realizado varias llamadas y esperado un mes y medio, tuve una entrevista. Estuve feliz de que sin ningún tipo de referencias y sin la ayuda de alguien conocido, mis intentos y mi experiencia fueron apreciados. Me propusieron un trabajo potencial (estaban esperando la aceptación del presupuesto y no estaban seguros si podrían emplear a alguien para esta posición). El trabajo iba a consistir en introducir información sobre la biblioteca del museo en la base de datos. Cuando pregunté por otras tareas me dijeron que no había nada más que hacer. Estaba decepcionada y desilusionada. En los museos en Moscú fui responsable por crear sistemas de clasificación de archivos, por procesar bases nuevas de obras arquitectónicas, archivar la documentación, gestionar alguna parte de la colección y preparar exposiciones junto con otros empleados. Además de esto, como científica tuve varias publicaciones en diferentes países y algunas presentaciones en conferencias internacionales. Tenía mucho más que ofrecer a este museo. No obstante, haberlo leído todo el vicedirector me propuso un trabajo que consistía en “introducir datos en el ordenador”, con un período de prueba de 6 meses, o sea, planeaban comprobar durante 6 meses si sé encender y apagar el ordenador, y si conozco el alfabeto, ya que eran los únicos conocimientos necesarios para este puesto. Además, tendría que estar sentada en una habitación con cuatro hombres fumando cigarrillos. Era una “humillación” profesional, un daño de salud y, además, el puesto no era seguro.
Después de este encuentro me quedé desilusionada. Entendí que a los empleadores no les interesaba mi excelente formación ni mi experiencia. El segundo mes de mi búsqueda había terminado. Durante ese período había ido a cuatro entrevistas en empresas de transportes que parecían ser más bien un desfile de candidatos que una selección seria. Las responsabilidades en estos puestos constituían una quinta parte de lo que había hecho en la otra empresa, sin embargo, no fui invitada para siguientes entrevistas.
Quisiera describir más un detalle un caso interesante. Introduciendo frases como “comercio con Rusia”, “exportación al Este”, etc. en Google, encontré un vivero al que mandé mi currículo y carta de motivación donde decía que había trabajado en transportes y exportación, que estaba buscando trabajo y que me parecía que podría ser útil para la empresa. Al día siguiente, me llamaron. Una vez más, quiero subrayar que no estaban buscando empleados y no tenían que llamarme, sin embargo, ¡me invitaron a una entrevista a las 7 de la mañana! Durante la entrevista, hablamos en detalle sobre mi experiencia profesional y sobre mi anterior cambio de profesión y la capacidad de aprender cosas nuevas. El presidente en seguida quería darme el catálogo de la empresa para que me familiarizara con su oferta. Al cabo de dos días, tuvo lugar otro encuentro, igual de agradable, y un día más tarde recibí una llamada. El presidente del vivero dijo que no podía ofrecerme trabajo porque no tenían donde poner un escritorio para mí… Después de esta llamada estaba tan estupefacta que ni siquiera me acuerdo si me despedí o no.
Un día recibí una llamada de la Oficina Provincial de Trabajo donde me había registrado como desempleada. Me pasaron los datos de contacto de una empresa que “estaba buscando” un empleado con el carné de conducir, un coche propio, título en historia de arte y experiencia. Las oficinas de trabajo nunca pasan los datos de la empresa a personas que no corresponden al perfil del empleado descrito. Mando mi currículo y al cabo de algunos días, llamo:
- Buenos días, he mandado mi currículo y quisiera preguntar…
- Sí, señora, no cumple usted con los requisitos. Lo siento, pero no la podemos invitar a una entrevista.
- Disculpe, ¿los requisitos no eran coche propio, carné de conducir, historia de arte y experiencia?
- Sí.
- Entonces cumplo con todos.
- Pero… e… e… e… desafortunadamente. Adiós.
Mi marido, compartiendo mi irritación, volvió a llamar a esta empresa donde entendió, entre palabras, que estaban buscando a un hombre.
Ya al cabo de dos meses entendí que el reclutamiento es muchas veces tan sólo un método del estudio del mercado laboral. Había también una oferta de empleo en una editorial. El trabajo consistía en lo mismo que en el museo. Sin embargo, no fui invitada a la entrevista porque, según me dijeron, tenía poca experiencia. Tengo 5 años de experiencia.
Un compañero de trabajo de mi marido me ofreció ayuda: quería corregir mi currículo. Solamente entonces un profesional me abrió los ojos ante la realidad. Primero, quitó de mi currículo el lugar de nacimiento, o sea, el Distrito de Moscú. Como polaca tenía más chances de ser invitada a una entrevista, dijo. Segundo, preparó dos currículos: uno con la información sobre el doctorado y otro sin ella. Entonces entendí otra cosa: en Polonia no se puede tener buena formación; ningún patrón empleará a alguien que tiene más educación que él. Me sentí incluso peor cuando vi que al mandar mi nuevo currículo recibía más respuestas. Resulta que en Polonia es mejor ser una polaca con una educación regular que una extranjera con doctorado.
Intenté todavía buscar trabajo como un empleado ordinario en el departamento histórico de otro museo, sin embargo, no fui invitada a una entrevista. Luego comprobé en la página web del museo que el jefe del departamento no tenía un título científico, yo sí. Hubo también una tentativa con otro museo, donde no me ofrecieron trabajo fijo, sin embargo valoraron mi inteligencia y conocimientos y empecé a colaborar con ellos en base a contratos por encargo. Durante el reclutamiento escribí los tres mejores proyectos (uno de los cuales se llevará a cabo). Sin embargo, lo más importante de toda esta situación fue que me invitaron a colaborar. Por primera vez respiré hondo y pensé que todavía iba a tener oportunidades de desarrollo profesional en Polonia.
A partir de septiembre trabajo en una ONG que ayuda a inmigrantes. Este ha sido el segundo cambio de profesión en mi vida. En mi trabajo tengo que utilizar la “Ley de extranjeros” y la “Ley de promoción del empleo y de las instituciones del mercado de trabajo”. He tenido éxitos en mi nuevo trabajo, organizo cursos para extranjeros acerca de las leyes que nos permiten trabajar en Polonia. A veces, tengo que llamar a funcionarios para hacerles algunas preguntas. Al hacerlo, muchas veces me encuentro con una total falta de profesionalismo. Me ha pasado obtener dos respuestas completamente diferentes para la misma pregunta, una de la Oficina Provincial de Trabajo y otra de la Oficina Distrital, dos instituciones que se basan en las mismas leyes. Desafortunadamente, funcionarios de la Oficina Provincial de Trabajo muchas veces no conocen muy bien la ley de la promoción del empleo. He trabajado con algunos beneficiarios que después de haber visitado o llamado a la Oficina Provincial de Trabajo o al Departamento de Extranjeros de la Oficina de la Provincia de Mazovia, han venido a nuestra oficina porque habían obtenido información errónea. Una vez, he llamado a la Oficina Provincial de Trabajo para preguntar sobre un asunto relacionado con el empleo de un extranjero, sin embargo, la respuesta no me ha parecido correcta. Por lo tanto, he llamado también a la Oficina Distrital, donde he obtenido una respuesta basada en la ley. He vuelto a llamar a la Oficina Provincial para decirles que me han dado una respuesta incorrecta, a lo cual la funcionaria de ha respondido:
- Las declaraciones se expiden en la Oficina Distrital, así que allí lo saben mejor.
- Entonces, ¿Por qué no me lo ha dicho usted al principio en vez de darme respuestas erróneas?
- Nosotros solamente informamos sobre las autorizaciones.
- Está bien, pero yo hablo polaco, conozco las leyes y sé dónde buscar la respuesta, pero ¿qué tienen que hacer los extranjeros que llaman a su departamento de autorizaciones de trabajo y no pueden obtener información correcta?
- ¿Y cómo los polacos se las han apañado en el Oeste?
… ¿Comentarios? Superfluos.
¿Podría obtener empleo en una oficina polaca? No, Porque no tengo formación apropiada. No, porque no tengo experiencia de trabajo en una oficina. No tiene importancia que conozco las leyes mejor que los que deberían conocerlas. Esto no importa. Llamando a una de las oficinas:
- ¿Puede un extranjero hacer esto y aquello?
- No. No puede.
- ¿Y dónde está escrito que no puede? ¿Podría decirme el artículo y el párrafo concreto? Porque de este asunto se habla en el artículo 23, 45 y 124, y allí no está directamente escrito que un extranjero no lo puede hacer? (no llamo con preguntas si puedo encontrar algo en las leyes, sino lo hago cuando las leyes no están muy claras).
- La voy a conectar a alguien que sabe de ello.
Desafortunadamente, muchas veces pasa que funcionarios de instituciones estatales que se dedican a la legalización de la estancia o las autorizaciones de trabajo para extranjeros prefieren decir “no” y terminar la conversación y sólo si hablan con alguien que sabe algo acerca de estas cuestiones, le dan la información. ¿Y si no hablas polaco? Entonces la situación se hace aún más complicada…
Una vez me he encontrado con el siguiente problema: el señor A., que vino a Polonia de un país con el que Polonia había firmado un acuerdo sobre la facilitación de empleo (que permite a extranjeros de dicho país trabajar en Polonia sin la necesidad de obtener una autorización de trabajo), había trabajado durante mucho tiempo en hoteles en los Estados Unidos y estaba buscando trabajo en Polonia. En un hotel X de 5 estrellas le han dicho que le llamarían. Al cabo de algunos días lo han hecho y le han invitado para una siguiente entrevista. Durante la entrevista, la señora K. ha dicho que quieren emplearle, sin embargo, primero tiene que arreglar los papeles. Después de esta entrevista, el señor A. me ha pedido que llame a la señora K. y le explique cómo emplearlo.
- Buenos días. La llamo para hablar con usted sobre la situación del señor A.
- Sí, señora, yo sé. Tenemos que obtener una autorización. Esto dura dos meses y es caro.
- La ley ha cambiado hace mucho tiempo ya. Ahora se necesita sólo un mes y hay que pagar 100 PLN. Además, el señor A. es ciudadano de uno de los países con los que Polonia ha firmado un acuerdo acerca de migraciones de trabajadores y no necesita una autorización de trabajo. Solamente hay que expedir una declaración sobre la intención de emplear al extranjero.
- ...
- La declaración se expide en el acto y cuesta 0 PLN. Por lo demás, el señor A. lo puede arreglar sólo con un mandato, incluso hoy. Basta con rellenar un formulario que él presentará y una copia certificada del Registro de las Empresas (KRS).
- Sí. Pero él tiene que legalizar su estancia.
- Disculpe, ¿a qué se refiere cuando dice “legalizar su estancia” sobre una persona que tiene un visado de trabajo actual y tiene el derecho de permanecer en Polonia?
-……. ¡Él no habla polaco!
Cuando toda la argumentación de la señora del departamento de recursos humanos del hotel X ha sido agotada y la señora se ha dado cuenta de que era muy fácil emplear al señor A., se ha servido del argumento final, el idioma polaco. El señor A. ha tenido dos entrevista en el hotel, las dos en inglés, lo cual no ha sido ningún problema. En una conversación simple una persona con un acento extranjero (o sea, yo) ha demostrado a una profesional del departamento de recursos humanos de uno de hoteles varsovianos que no tiene unos conocimientos básicos y, aún más, pretende tenerlos.
¿Es posible encontrar trabajo solo? Seguro que sí, pero es muy difícil cuando no se tienen conocidos e incluso más difícil si uno es extranjero porque en todos los países, inclusive en el mío, preferirán dar trabajo a alguno de los suyos. Por todo ello, tenemos que esforzarnos mucho más para tener éxito.