(La continuación de: “Vivir como un peruano – principio,” y "¡Todos los peruanos tocan música folclórica en la estación de metro!")

Perú – un país de diversidades

Perú es un país muy diverso. Este es probablemente uno de los pocos momentos cuando podemos decir con confianza que Perú es diverso hasta el punto de convertirse en algo abrumador. Me refiero al hecho de que, como todo lo que nos rodea tiene sus ventajas y desventajas, tan sin lugar a dudas, los principales problemas de Perú son las cuestiones de identidad nacional y el racismo. Una de las tareas más difíciles que se le podía asignar a un peruano sería establecer una identidad peruana común. La mayoría de las personas permanece indiferente ante un conflicto existente entre los grupos sociales distinguidos inconscientemente. Las divisiones sociales se formaron debido a las profundas diferencias de la diversidad nacional, cuyo número es tan alto que los mismos peruanos tienen dificultades de definir su propio origen étnico e identificarse con los demás habitantes de Perú. Mario Vargas, ganador peruano del Premio Nobel, miró el problema de la identidad nacional de los peruanos de manera optimista, destacando que Perú no tiene una identidad única ya que las tiene todas a la vez. De esta manera, hacemos referencia al título “¡Todos los peruanos tocan música folklórica en la estación de metro!”

La música popular y flautas de pan, precisamente, la música andina folklórica y las zampoñas, son atributos inseparables de la estación de metro Centro ubicada en el pleno centro de la ciudad, donde llega casi cada uno quien pasa por allí, incluso alguien que se quedará allí menos de 10 segundos. Por el momento, no necesita el Internet, si quiere saber donde se ubica Perú en un mapa, ni una guía para averiguar los puntos de interés más importantes de Perú. No es necesario hablar con un peruano sobre la historia y la diversidad cultural de su país, ni participar en una exposición fotográfica para ver que animales habitan la costa del Pacífico, los Andes y la Amazonía. Sólo tiene que venir y escuchar música – ¡incluso si no lo desea! La música es una forma de comunicación que nos seduce con su melodía, a veces compuesta para obtener mejores ventas. No somos capaces de luchar contra los estereotipos que probablemente surgen en las mentes de millones de los polacos, los europeos y otros habitantes de este mundo, los quienes están expuestos al contacto diario con el folklore peruano. Como ya he mencionado en caso de Machu Picchu, los incas, y las llamas amistosas, no es culpa suya, sino nuestra ya que evitamos deliberadamente la diversidad de las riquezas de este mundo. Ya que todo debe tener un equilibrio, vamos a enfocarnos en descubrir lo diferente, en lugar de tomar todo tal cual.

La música andina tradicional y las flautas de pan se han convertido en los signos más reconocibles de Perú. Esto se debe a un grupo de los peruanos que dejaron su país con fines de lucro, y en lugar de hacer cualquier trabajo que les traía el dinero, decidieron hacer lo que les gustaba, e incluso, lo que les encantaba, es decir, tocar música. En lugares como la estación Centro, desarrollan sus carreras y las de sus hijos mediante la difusión de la cultura peruana. Lamentablemente, en los últimos cinco siglos, se ha convertido en una fuente constante de su discriminación. Por desgracia, ha llegado el tiempo cuando nosotros, los peruanos procedentes de diversas naciones, tenemos finalmente la oportunidad de compartir con el mundo de nuestras culturas y celebrar bulliciosamente nuestro origen. Al mismo tiempo, los polacos y otras nacionalidades tienen la oportunidad de descubrir que sus conocimientos básicos sobre Perú se relacionan principalmente con los Andes, son sólo una parte de un compendio sorprendente de la diversidad que Perú tiene para ofrecer. Es más, tienen la oportunidad de entender que los peruanos, igual que los jóvenes de Varsovia, también viven en las ciudades que se parecen a otras áreas metropolitanas europeas, y como otros jóvenes de todo el mundo también se alegran de la llegada del fin de semana. Como los jóvenes polacos, tan los peruanos tratan de construir una economía moderna, inteligente, competitiva, única, democrática y la sociedad al nivel más alto de la cual podían estar orgullosos. En conclusión, está claro que se puede afirmar que Perú debe mucho a Machu Picchu, a los incas, a las llamas, a los músicos andinos folklóricos y a la melodía que fluye de la flauta de pan; pero es sólo la punta del iceberg y depende únicamente de los peruanos cuánto van a presentar de su riqueza al mundo, y de los polacos cuánto van a descubrir. Sólo así podemos dar nuestro aporte a la construcción de la tolerancia y la comprensión.

Luis Escobedo

Traducción: Agnieszka Rabiega