Escrito por el

Autor: Gonçalo Franco
Fuente: www.kontynent.waw.pl
Lo que conecta todos los países del mundo son… las telenovelas. Se puede decir que las telenovelas tienen el impacto grandísimo, si hablamos sobre la globalización “cultural”. En cada lugar las telenovelas son muy semejantes y reúnen a casi toda la familia enfrente de la TV. En Nigeria también es así. Después del todo el día trabajando en el calor inmenso, la gente se reúne en la sala de estar, para guardar un culebrón importado de Asia. Durante mi visita en Nigeria, dos de ellos fueron especialmente populares. Primera – “Two of us” – sobre un grupo de mujeres, que están peleando por un marido, ya muerto, y segunda – “Hombres Lobos” – sobre… los hombres lobos. Las telenovelas son con el doblaje ingles. Los actores hablan muuyyy lentameentee y muuyyy claramentee. La única acción que se puede esperar ver, es una vista de las caras de actores tomada de cerca. Suena familiar? Cada episodio dura aproximadamente 50 minutos.

Una tarde, por aburrimiento y por la falta de alternativa (¿por cuánto tiempo se puede leer?) empecé a ver un culebrón con mi familia. Después de 15 minutos me dé cuenta de que con pasión seguía el destino del minutero del reloj. El reloj estaba encima de la TV, entones nadie me podía reprender por no seguir el destino trágico de los héroes. Mientras mi numerosa familia (en mayoridad – las mujeres) con atención se preocupaba por la heroína bonita, yo pensaba sobre la comida.
Acabé con mis pensamientos sabrosos cuando en la pantalla apareció la pareja de los héroes – hermosos, jóvenes celebridades de Asia – entre los cuales iba a aparecer algo de tipo de encanto (en las telenovelas no se puede hablar sobre la lujuria) . Pensando sobre la semolina (sémola de Nigeria, que se puede encontrar en las sopas) y los granos obono, oí la voz del guapito de la TV:
“You-will-see (muuuuy lentamente) I-will-change (STOP.) I-will-take-medicines (STOP). Everything-will-be-differnet(STOP).

Dejé de pensar sobre la suculencia de las piñas de aquí, las cuales estaban detrás de la casa y pregunté:
-What kind of medicine he has to take? Is he sick? Una de mis hermanas logró darme una respuesta sin dejar de guardar la telenovela. Lo hizo con calma que parecía un estado hipnótico. Mencionó los estudios de medicina.
Uu… Se reveló que el guapito, para que la chica le gustara, quería estudiar medicina. Hm.. medicine, medicines…
Con espanto eché una mirada al reloj. Solo 3 minutos habían pasado. -No lo aguantaré – pensé y en ese momento la oscuridad llegó.
“No hay corriente” – grité con el alivio y espanto. Sin embargo, mi consternación no duró mucho. En menos que un minuto, nuestra criada consiguió salir al patio y encender el generador de corriente alemán. Cuando la telenovela se acabó y se pudo oír un hombre cantando, (¿en tailandés??) con problemas me despegué del cero artificial de la sofá y, con la satisfacción, noté que la mitad del público se había adormentado. Sentía que mi cerebro estaba sufriendo por la causa de ver el culebrón por 50 minutos.

Indiscutiblemente lo que me encanta es el facto, que en Nigeria meridional, en el lejano pueblecillo Amokwe se puede ver una telenovela filipina acompañada por el zumbido del generador. ¡Que vivan la globalización del culebrones y los generadores del corriente alemanes!

Ifi Ude

Traducción: Justyna Waszczuk


Fuente de la información: www.kontynent.waw.pl
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