Soy una integridad compuesta por los elementos culturales e históricos de los dos países alejados entre sí en más de 5000 kilometros. Si, me siento orgullosa de ser una parte de esta integridad. No, no siento vergüenza por la palabra "extranjera". Para mi no existe una cultura peor o mejor. Cada una es diferente, única. El deber del hombre es notar y apreciar el valor de cada una. Intentar entenderla en vez de criticarla. ¿Como es mi cultura y historia de mi nación familiar?
Su principio se remonta a la Antigüedad.
"Y las aguas decrecían gradualmente de sobre la tierra (...).Y reposó el arca sobre los montes de Ararat. (...)Noe envió una paloma fuera del arca. La paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he aquí que traía una hoja de olivo en el pico" (Biblia. Génesis). Aquí empieza la historia de Armenia de hoy - el país en donde nací y pasé mi niñez. Biblia llama a este lugar la cuna de la humanidad. Independientemente del hecho si concedemos importancia a ella como un documento histórico o no, no es posible negar su significación simbólica, contenida en la historia preciada por creyentes y ateos en todo el mundo. Sin embargo, si preferimos apoyarnos en pruebas irrefutables de la historia, según la investigación contemporánea los primeros habitantes de las tierras de Ararat fueron los urartios. En el siglo IX antes de Cristo sucedió unificación de varias tribus bajo el liderazgo del rey Aram. Gracias a su nombre la nación empezó a llamarse los armienios. En el siglo VI antes de Cristo crearon su propio reinado - Armenia.
La famosa montaña Ararat se encuentra en las fronteras del país turco. Es veneada como el ícono, el orgullo de la nación, la musa de los artistas, escritores, poetas armenios y sobre todo es el símbolo de la unión, senectud y perseverancia de la nación armenia. Los armenios continuan tratándola como su tesoro más valioso. El sueño de cada emigrante es, como lo ha escrito un famoso poeta armiano "Una vez ver Ararat y apenas dejar de vivir." Toda generación de armenios ha luchado y hasta ahora se unifica en la idea de liberación, personificada en la imagen de prisonero en manos turcos - la montaña sagrada Ararat. Ararat no es el único orgullo de los armenios, una de las naciones más antiguas de la civilización. Se pueden jactarse de los monumentos antiguos, numerosas iglesias, alfabeto único, recursos minerales y fuentes térmicas, frutas abundantes, vinos y coñacs irrepetibles y sobre todo de la gente muy abierta y hospitalaria. Armenia es también el primer país en el mundo, el cual escogió Catolicismo como la religión nacional (en el año 301, antes de Roma).
Vestigio de la historia trágica
El genocidio de los armenios es uno de los mas impresionantes y actuales asuntos de la historia de la nación. El crimen, cuyo resultado fue la matanza de alrededor de un millón y medio personas y depoblación del superficie enorme de Imperio Otomano, fue cometido por los Jóvenes Turcos en el año 1915. Hasta ahora, cientos kilómetros de las fronteras de Armenia contemporánea se puede encontrar ruinas de iglesias y monasterios armenios. A pesar de los años el genocidio es un tema continuamente actual, porque hasta ahora no ha sido aprobado, reconocido, ni expiado por el gobierno turco. Muchos países y organizaciones en todo el mundo están comprometidos en esta cuestión, a través de acciones activas de diáspora armenia. Los armenios polacos también se unen a la acción, cada año en el abril organizando marchas del silencio. En este año pasó el centenario de Genocidio Armenio. Por esta ocasión el 14 de Marzo se inauguró una celebración del aniversario en Varsovia y el 24 de Abril en otras grandes ciudades de Polonia. En Varsovia, Cracovia, Poznań, Breslavia y Bydgoszcz fueran organizadas misas conmemorativas y marchas del silencio por las calles terminadas con el encendimiento de lamparillas.
Los armenios en Polonia.
Muy pocas personas conocen a nosotros - armenios y aún menos conocen nuestra rica historia. Por la falta del conocimiento la gente nos asocia según imaginación defectuosa, creada en la base de estereotipos. El deber de cada representante de la nación es mostrar la verdad y comportarse dignamente, porque incluso un desperfecto pequeño puede echar una sombra a la imagen de toda nación y la manera de percibirlo. En Polonia tampoco se sabe mucho de Armenia. Es obvio que es un país en Cáucaso, relacionado con antigua URSS. Mientras que es uno de los mas bonitos sitios del mundo, donde la historia trágica, religión, las bellas vistas se unen en un cuento sobre uno de los más antiguos pueblos, cuyo historia es un tramo de levantamientos y resurecciones. Por su historia Armenia de hoy es como la madre anhelada, cuyo mayoría de descendientes se encuetra fuera de fronteras de su nido. Emigración es uno de los mas importantes problemas del país.
En Polonia hay más o menos 60 miles en esto 8 miles constituyen los representantes de así llamada "antigua emigración" (descendentes de los armianos, los cuales vinieron a Polonia en el siglo XVI - XVII). Sin embargo la mayoría de ellos se encontró aquí después del colapso de USSR (así llamada nueva emigración) Al último grupo pertenecen nuestros padres. Los cuales abandonaron sus casas, familias y amigos vinieron a Polonia con el objetivo de asegurar a sus descendientes un futuro mejor. Precisamente ellos frecuentemente, a pesar de su educación superior, hicieron un trabajo menos considerado, pero cuidaban por la formación y educación de sus hijos, colocando en ellos sus todas esperanzas. Ahora nuestra generación es responsable por buen nombre de la cultura armenia en Polonia.
Antes de que comenzamos a opinar de los armenios, no olvidamos de su historia longeva, empezada ya en la Antiguedad. El país estaba atrapado durante los años entre Europa y el Oriente Próximo. Historia de Armenia contemporánea es un cuento trágico sobre los conflictos entre Turqía y Azerbaiyán. Por eso no extraña que mantiene su tradición. Gracias a carácter inflexible y protección a la tradición, la fe y los costumbres llegamos a sobrevivir durante los siglos. Mas de una vez Armenia se encontraba bajo el yugo de grandes potencias, pero hoy puede ser orgullosa de su independencia. Y aunque no pertenece a círculo de los países modernos o ricos y sufre muchos defectos en la cuestión politica y social, sigue evolucionando, manteniendo su tradición. Es como una mujer que desee vestirse de moda y elegante, pero no echa a la basura los partes del vestuario viejos, en mal estado o a veces polvorientos.
Autor: Sofia Iskhanyan
Traducción: Magdalena Białek