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Autor: Czarli Bajka
Fuente: www.kontynent.waw.pl
La Navidad es el periodo bien conocido y esperado por todos nosotros. Para algunos la perspectiva de celebrar el nacimiento del niño Jesús es el elemento crucial de las fiestas, para otros es una semana de vacaciones, para las madres – una semana de trabajo. Sea como sea, todos vivimos la misma pesadilla de diciembre y da igual si eres de Varsovia o Walsall.
Los mismos centros comerciales llenos de gente, los mismos precios escandalosos, la compra de la comida navideña y la preparación de la reunión familiar más importante del año. Solo cuando llega la Navidad es cuando la celebración empieza de verdad. La manera en la que celebramos la navidad e ndistintos puntos de Europa difiere mucho, aunque por otra parte tiene muchísimo en común. Para describir estos contrastes y similitudes os guiaré por el periodo navideño de la mano de mis dos amigos, John y Jan.

24 de diciembre – La Nochebuena

John tiene 25 años y vive en Londrés. Para él la Nochebuena es un día libre. La oficina en la que trabaja cierra por Navidad y después de la fiesta navideña con sus colegas del trabajo, John vuelve a casa. Quedará con todos sus amigos de la escuela y de la infancia. Cuando llegue a casa lo primero que hará es reservar una mesa en el pub, a donde irán todos juntos desde la casa. Luego se prepara para salir. En Inglaterra la Nochebuena es el día cuando más se bebe en todo el año, por eso todos los pubs estarán abiertos hasta las tantas, y la crema de la juventud va a festejarlo a la manera típicamente inglesa. La madre estará preparando el pavo en casa, el padre va a beber el whisky del Santa Claus (En inglaterra siempre dejamos un cookie y un vasito del escocés para el Santa y curiosamente, ¡por la mañana ambos desaparecen! ). John pasará la noche fuera de casa bebiendo mucho. Cuando llegue a casa, a las seis o las siete de la madrugada, irá directo a la cama. La Nochebuena está dominada por un solo tema, el alcohol. En la iglesia local se celebrar;a la misa del gallo, pero la iglesia se llenará solo a medias, pues la mayoría de la gente está demasiado borracha para participar.

Mientras tanto Jan, de 25 años, sigue en el trabajo. Trabaja en su oficina en Varsovia. Luego irá a ver a su familia. Si viviera lejos, igual tendría que coger un día libre para volvera casa. Sale del trabajo a la una para ir de compras y aprovechar las rebajas para encontrar regalos. No tiene mucho tiempo. Aparece en la casa de sus padres a las 18 en punto, vestido de manera elegante. Pronto empezará la cena de Nochebuena, con un abanico de pescado preparado de diversas maneras, sin que se pierda el sabor a lodo que lo permea todo. Antes de la cena los miembros de la familia van a compartir la hostia entre sí, deseándose mutuamente todo lo mejor, a cada uno por separado. Despues de la cena compuesta de 12 platos distintos, entre ellos sopa y pierogui (empanadillas polacas, plato típicamente navideño), Jan recibe una taza del café y exquisito pastel. Mientras tanto la gente intercambia y abre los regalos. A medianoche la familia de Jan está en la iglesia... Pero, ¿Y Juan? Juan ha ido a un parque próximo a la iglesia, botella del vodka en la mano, para quedar con los colegas del barrio en su misa del gallo particular y pasar el primer día de Navidad en el banco del parque.

25 de diciembre – El Día de Navidad

A John lo ha despertado su madre. Su primer paso es intentar curar la resaca salvaje que lo ataca tras la noche pasada, lo cual normalmente se consigue gracias a una maravillosa medicación, la mezcla gin- tonic. La comida se acerca, pues no se desayuna y poco después de que John saludara a su familia empieza el banquete. Después de los aperitivos la familia se sienta a la mesa con la comida navideña. Antes de cortar el pavo la familia saca unos cuantos petardos navideños. Estos artilugios son como pequeñas velitas de papel que, cuando se tira de los dos extremos a la vez, explotan, lanzando al aire un montón de regalitos raros y cutres. Normalmente es un pequeño obsequio (un dado, un bolígrafo, una pequeña linterna, cualquier baratija), una corona de papel y un chiste. John se pone la corona, se ríe de su regalito, le cuenta rápidamente el chiste a su familia y las risas resuenan en un coro. La familia come el pavo con patatas, chirivía y col de bruselas. Luego se sirve el pudin navideño; viene con su salsa de brandy que se quema antes de servir. A las 15 la reina dice el discurso navideño, así que se enciende la tele y durante cinco minutos todos escuchan cómo Su Majestad habla del amor mutuo y que deberíamos ser buenos. Luego comienza la fiesta, se entregan los regalos, se abren los envoltorios. Santa Claus no trabaja mucho, pues cada regalo está firmado por la persona que lo ha comprado. John tarda una hora en agradecerle a cada familiar por separado, también a la abuela que le ha comprado una sudadera rosa, que sin duda alguna nunca se pondrá. El té se sirve a las 17hh, como no, pero nadie come, porque todos están llenos; luego John se sienta en frente de la pantalla para ver “Guerra de las Galaxias” con su abuelo. El día acaba con el juego común a los acertijos y una borrachera, y luego John vuelve a su cama cansado y se duerme, preparándose para la siguiente etapa de fiesta.

Jan se despierta con un dolor de cabeza y resaca después de la borrachera a las altas horas de la noche. Después de la cena navideña del día anterior Jan no siente presión ninguna. Su única obligación es aparecer en la comida sobre las 15 horas. Tiene mucho tiempo libre y va mirando los regalos que recibió el día anterior. La comida la celebra solo con su familia más cercana; aparece la carne, prohibida en la cena de la noche anterior. Luego las copas se llenan con vino y vodka y todo el mundo se sienta en frente de la tele para ver “Solo en casa”. Jan, exactamente como John, pasará la tarde jugando a las cartas con la familia o igual irá a ver a sus amigos, en el mismo banco y casi seguramente con el mismo propósito que la noche anterior.

26 de diciembre – Boxing day (Segundo día de Navidad)

John es un hombre curioso. Su deporte favorito es el cricket. Boxing Day no está para dormir, es el comienzo de gran partido contra Australia. Como el partido tiene lugar en Sydney, en el hemisferio sur, allí es verano. John y sus amigos deciden pues ver el partido, con una buena provisión de cervezas a la mano. El partido empieza a la una y dura hasta las 7; es uno de los momentos más importantes, puesto que en este juego colonial Australia es el adversario más duro para Inglaterra. Después de ver el cricket John dormirá hasta las 3 de la tarde. Luego se despertará y comerá los restos del pavo. Después quedará otra vez con sus amigos en el pub. Hay otra oportunidad deportiva, una ronda de enuentros futbolísticos, ue tiene lugar ese mismo día. Después de unos cuantos partidos John y sus amigos, ya algo pedo, irán a una fiesta, la primera que encuentren y siguen haciendo lo mismo que las otras noches. Y si no hay fiestas, se quedarán en casa, verán la segunda parte de “Guerra de las galaxias” parodiando a Yoda como manda la tradición.

Jan se despierta de su siesta. Es mediodía y su familia se va para ver a la familia más lejana. Esta vez es la tía de Jan la que prepara la comida. A Jan le esperan otras más 4 horas de banquete. Después de comer la seleción de fiambres, oca y más pasteles exquisitos Jan está muy cansado y no puede unirse a sus colegas en el banco. En vez de esto Jan se relajará un rato en frente de la pantalla, viendo “Solo en casa”, “A sangre y fuego” , o “Jungla de cristal” . Todo aquello acompañado con cerveza o vodka y por supuesto, con buena selección de pasteles.

Así es como acaba la Navidad. Tanto John como Jan han comido y bebido bastante y los dos han engordado al menos 4 kilos. Sus costumbres son similares, comen más o menos lo mismo, beben más o menos la misma cerveza, ven a la misma cantidad de amigos y familiares. La globalización de la Navidad hace que ambos escuchen “Last Christmas” de George Michael al menos 37 veces y vean “Solo en casa” al menos dos. Lo único que queda es la fiesta de Nochevieja. El Año Nuevo tampoco va a ser muy diferente para ninguno de los dos. Una serie de encuentros de borrachos, fuegos artificiales a medianoche en caso de Jan y cantar “Auld Lang Syne” en caso de John. En todo caso, acabarán con un dolor de cabeza terrible. Afortunadamente, a los dos les encanta la Navidad y aunque acaben las fiestas, los buenos recuerdos permanecerán frescos en su memoria... hasta el año siguiente.

Por Christopher Moore.


Fuente de la información: www.kontynent.waw.pl
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