Uno de los ámbitos de la vida, cuyo dominio es tan necesario para nosotros, es nuestra carrera profesional. Independientemente de nuestra nacionalidad u origen cultural, la lucha por el dinero todopoderoso es de suma importancia para nosotros. Después de trasladarse a Varsovia, se hizo evidente para mí que para unos el camino por la vida profesional es más difícil que para otros. Gracias a la experiencia y la formación ganada en varias empresas incluyendo pequeñas empresas individuales hasta grandes conglomerados multinacionales, se hizo evidente que existe diferencia entre la vida laboral de los polacos y mis compañeros londinenses. Por supuesto, existen diferencias de las dificultades profesionales en función del papel, clase y tipo de trabajo realizado. Sin embargo, hay algunos modelos claros que muestran una división real de mentalidad. Yo mismo, siendo participante en la carrera de ratas, creo que sería interesante averiguar tipo de problemas y su evolución en nuestras grandes naciones. En primer lugar, la estandarización de los negocios es un truismo para toda la comunidad mundial. Tal vez, la BP es una empresa británica, pero puede que no es denominación apropiada ya que, por ejemplo, se puede encontrar las estaciones de la BP en todo el mundo. Además, la BP emplea más personas en los Estados Unidos que en Gran Bretaña. La sede se encuentra en el Reino Unido, pero el presidente (CEO) es americano. Por lo tanto, un término más apropiado que sería “procedente del Reino Unido” en vez de “británico.” Las empresas multinacionales tienen tales procedimientos y sistemas de jerarquía, en los que ninguna persona es más que la propia empresa. Son, pues, capaces de introducir soluciones significativas para los empleados y ofrecer oportunidades para la inversión en recursos humanos. Esto contribuye a un mayor nivel de satisfacción y lealtad de los miembros del equipo. Por supuesto, en las empresas multinacionales en Polonia esto es evidente. Creo que la gente que ocupa puestos así, sin duda, es más feliz y confiada en su empleador así como beneficia de las normas de trato similares que sus homólogos en los países occidentales. En mi opinión, este modelo de comportamiento conduce a un mayor éxito comercial y una sensación general de satisfacción de la población. Por supuesto, hay que trabajar duro, pero seguramente es mejor trabajar con un jefe que confía en nosotros. Todas las empresas, para los que trabajé en el Reino Unido, seguramente implementarán este método “bucólico” más a menudo que un método más riguroso del “garrote y zanahoria” utilizado hace unas pocas décadas.

Si comparamos estas ideas a la metodología de Polonia, comienzan a aparecer las diferencias en la mentalidad. Estaba enseñando negocios en Varsovia más de 5 años y, en algunos casos, los estudiantes, literalmente, lloraban en mis clases, no a causa de otra lección aburrida, sino a causa del tema seleccionado que tocaba un punto sensible o que presionaba. Sin duda, el modelo polaco de negocios tiene más en común con el método del garrote y zanahoria, teniendo una tendencia a inducir más al garrote que al conejo, por lo que parece que en Varsovia no somos conejitos felices.

Creo que mi amigo expresó esta actitud acertadamente: “¡Ofrecerles un contrato indefinido! ¿Cómo motivarlos? No les voy a decir: encontradme diez clientes, o ¡os despido!”. De hecho, parece que al ejercer presión sobre los trabajadores, esperamos que pronto comiencen a trabajar mejor y que sus resultados del trabajo vayan en aumento. La presión se dobla por el hecho de que las fuerzas del mercado en Polonia están fuertemente enfocadas en la demanda de trabajo que en la oferta. Además, los graduados jóvenes que se incorporan al mercado laboral comienzan a trabajar como ayudantes, o están contratados a corto plazo, sólo para ganar, en sitios donde se puede sustituir a cada empleado o, incluso, pasan un periodo de prácticas no remuneradas que desilusionan únicamente.

Aún más interesante idea es la parte del principio: “divide y vencerás". Esta concepción maquiavélica es ampliamente utilizada tanto en el Reino Unido como en Polonia. La gran diferencia radica en el hecho de que los directores en Inglaterra pueden ser ambiciosos, buscar la manera de ascender y saber que compiten entre sí, pero también saben que el trabajo en equipo es lo esencial, es lo que está buscando a su jefe en un nuevo director o socio. Cuando la empresa de formación ofrece métodos nuevos e innovadores para mejorar la gestión, todos se unen para demostrar que son los mejores en el trabajo en equipo. Muestran confianza y capacidad de escuchar, el liderazgo y la comunicación. En comparación, el mismo curso de formación realizado en Polonia resultaría extremadamente difícil. Un administrador corriente será mucho más desconfiado con sus colegas, y ciertamente no querrá compartir con sus valores con el enemigo. Es una idea inimaginable porque tales gerentes sabrían que en la primera ocasión, su “gran enemigo” develaría sus dudas y debilidades. Por lo tanto, el mismo entrenador en Polonia encontrará la atmósfera gélida y en vez de centrarse en habilidades de liderazgo, pasará la primera mitad del día animando al grupo a abrirse. Parece que los líderes polacos de negocios están en busca de las personas con el instinto asesino y sin escrúpulos, en vez de la gente comprensiva e indulgente.

Las compañías occidentales tampoco permiten consolidar esas tendencias. Son plenamente conscientes de que los polacos están mal pagados y trabajan duro, por lo que esta combinación es excelente en comparación con la mentalidad británica de altos salarios y pago irregular. Por lo tanto, al entrar en el mercado, algunas de estas empresas utilizan el sistema en contra del empleado, lo que conduce a la situación contemplada en párrafos anteriores. Son de aplicación las prácticas no remunerables, se paga menos que vale el trabajo, y no se paga más por horas extras. No estoy seguro de cuánto tiempo un polaco promedio trabaje pero, sin duda, el más ambicioso trabajará por las noches, si es necesario, mientras que en Inglaterra nunca he trabajado más que hasta las 17:00. Además, cuando el empleador se dirige a su empleado inglés en estas palabras: “abrimos una oficina en Varsovia y queremos que la llueves,” esto no será una situación magnifica para él. Pasar meses, lejos de su familia, en una ciudad sucia, extraña, situada en el corazón de Europa no será su sueño dorado. Así que cuando llegan al país, están deprimidos, irritables y maltratan a sus colegas, y todo esto para poder volver a Gran Bretaña, su familia, tan pronto como sea posible.

Estas diferencias en la actitud tienen, sin duda, sus raíces en la historia. El Reino Unido ha desarrollado un ritmo estable durante muchos años, por lo que la evolución de los negocios y el capitalismo se desarrollaron de modo constante. En Polonia, después de la caída del comunismo, al parecer, hubo una gran explosión de las empresas y después de 50 años de prohibir dirigir su propio negocio y obtener los beneficios, los negocios han resucitado. Esta explosión del capitalismo significaba que la gente quería seguir el paso de los demás. Es probable que esta expansión llevara al uso de medidas extremas, porque nadie sabía las reglas. Todo se redujo a la presión. La presión del éxito es más fuerte en Polonia que en Gran Bretaña. Seguramente, esto se debe a las condiciones estresantes de trabajo a tasas bajas. Ocurren la presión de encontrar trabajo, y luego la presión de mantenerlo, seguida por la presión de ganar más dinero. Se trata de un ciclo de descenso continuo, que finalmente conduce a los ataques cardíacos y hemorragias cerebrales en una edad joven. Sin embargo, esto puede llegar a ser mucho más fácil en Polonia que en Gran Bretaña. El mercado británico está tan saturado y lleno de competencia que para las empresas honestas encontrar un nicho en el mercado es extremadamente difícil. Incluso, si encontramos un nicho, un tiburón más fuerte pronto nos tragará. En Varsovia se tiene tiempo para crear un negocio e, incluso, un mercado nuevo y, básicamente, cada empresa tiene el potencial necesario para el tamaño y el éxito.

Por último, todo esto lleva a lo que estoy tratando de decir – a la mentalidad. Si sólo algunos polacos fueron un poco más delicados y un poco menos absolutos, entonces sería posible que un varsoviano promedio fuera más satisfecho con su vida. Recientemente, Polonia ha sido evaluada como un lugar con los niveles más altos de estrés de todo el mundo. Esto no me sorprende, ya que trabajar en Varsovia significa participar en una batalla real. Es una bola furiosa de estrés. Desde el momento de dejar casa, acudir al trabajo y entrar en la casa por la puerta de entrada, un hombre se involucra en una gran batalla. No importa dónde naciste, ni quién te parió; existe la posibilidad de que ganarás mucho dinero y llegarás a una posición alta, en condición de que acabes con el estrés. Creo que los que lo saben hacer, tendrán más éxito. Precisamente por esta razón echó de menos al Reino Unido. La vida allí es mucho más fácil y sencilla. Tal vez no seré un gran empresario, ni podré obtener mucho poder, pero mi existencia será más clara. Bueno, puede que generalice, ya que todos los países capitalistas tienen un poder fuerte de la práctica empresarial, pero no sé por qué todo el mundo se viera obligado a jugar este juego. Desafortunadamente, tenemos que jugar. Si es contrario, un gran gamberro nos quitará la pelota.


Christopher Moore

Testo originale nel inghlese

Traducción: Agnieszka Rabiega